En un abrir y cerrar de ojos --- 22.03.2018
Eran las 7 de la mañana de un día de diciembre. Como todas las mañanas se disponía a llevar a los niños al colegio. La temperatura rondaba los -15ºC, el típico fresquito invernal. Todavía reinaba la oscuridad, el SOL no saldría hasta las 9 y pico. Subieron al coche, encendieron la calefacción y comenzaron a rodar. Yo calculo que irían a algo menos de 20 km/h porque había hielo. Además la calle no está asfaltada y se comparte con peatones por lo que hay que extremar las precauciones.
Justo antes de llegar al cruce con la carretera principal y sin previo aviso el coche fue embestido.

Siniestro

Un enorme alce chocó brutalmente contra en coche rompiendo la luna delantera y dejándose un trozo de piel -esquina superior izquierda- entre los cristales rotos.

Los ocupantes no sufrieron daños. Se llamó a la policia para dar parte del suceso y alertar de que un alce herido rondaba la zona. Cumpliendo con la legislación el animal fue buscado y abatido. Se busca evitar el sufrimiento del alce y también la seguridad de los vecinos porque los alces heridos tienden a ser agresivos.

Los alces son grandes, pesados y muy rápidos. Paseando en noviembre por una pista forestal llegando a Ullevålseter se cruzó uno. La pareja que iba delante de mi en el camino se giró y ambos extrañados me preguntaron a la vez "¿Acaba de pasar un alce o nos lo hemos imaginado?". "Efectivamente" - les contesté.

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Vamos a la playa --- 30.11.2017
Esta playa es verdaderamente paradisiaca, la arena es fina y blanca. El agua es de un agradable color azul turquesa cuando no es completamente transparente. Es idílico, lo que todo el mundo asocia a las hermosas playas caribeñas.
Sin embargo nos encontramos en Haukland/Utakleiv, archipiélago de Lofoten en pleno círculo polar ártico. ¿Nos bañamos?

En verano siempre hay algún valiente entra en el agua. En invierno... ¡tambien!
Embutidos en sus trajes de neopreno los surfistas no tienen miedo de nada, ni siquiera a las orcas que de vez en cuando los visitan mientras surfean.



En el segundo 17 se ve como una orca empuja al surfista de rojo.

Varios huracanes y tormentas caribeñas terminan su andadura en las islas Lofoten, lo que significa mucho viento. Y eso es precisamente lo que he experimentado a finales de noviembre en la playa: mucho viento.



La verdad es que a 0ºC no debería hacer ni frío ni calor, jejeje, pero cuando el viento sopla a 35 km/h la sensación térmica es bastante baja, de unos -7ºC. Y la arena se le mete a uno por el cuello. El vídeo está movido porque el viento se me lleva. En la primera toma casi se me cae la cámara. El video presentado es el segundo intento.

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